domingo, 25 de octubre de 2009

“Tener identidad es tener libertad”

Sonia Torres es la titular de la filial en Córdoba de Abuelas de Plaza de Mayo. Trabaja sin descanso en la búsqueda de los hijos de los desaparecidos. Alma Joven conversó con ella sobre su lucha incansable, en sus oficinas plasmadas de historia. Este lugar, repleto de afiches de las campañas y fotos de los desaparecidos, tiene un calor especial. Sonia también.



-Se sabe que es la titular de la filial de Córdoba de Abuelas de Plaza de Mayo pero, ¿Cuál es específicamente su función en la organización?



-Yo soy una de las tantas Abuelas de Plaza de Mayo, a la que le secuestraron su hija, y luego le robaron el nieto. Desde un comienzo construimos grupos de jóvenes profesionales que nos ayudan en las distintas áreas, jurídica, psicológica, de investigación, y esos chicos son los que trabajan. Yo, junto con otra abuela que viene menos, estamos acá haciendo un poco de todo. Salgo a los medios a contar lo que pasó, doy charlas en los colegios, que son muy importantes porque después el niño lleva a la casa la temática y entre la familia se discute el tema y así se va difundiendo la información, que es un poco la tarea de Abuelas.



-¿Qué significa para usted ser una Abuela de Plaza de Mayo?



-Soy una mujer común, a la que en el Golpe de Estado de 1976 le secuestraron la hija y luego le robaron el nieto. Entonces ¿qué hace una mujer común? Sale a buscarlo. Y en esta búsqueda, me junté con otras mujeres de distintas provincias de la Argentina, a las que también les había pasado lo mismo. Pero la búsqueda era doble, por un lado buscar a los hijos, y por el otro, a los nietos; entonces nos separamos en Abuelas y Madres, para las que buscaban sólo a los hijos pudieran tener más libertad.



-¿Por qué cree que hay madres y abuelas que no se unieron a ustedes?



-La Dictadura Militar había impuesto a sangre y fuego eso de ‘no te metas, porque va a ser peor para tus hijos’, recibíamos llamadas telefónicas o papeles por debajo de la puerta en los que nos decían eso. Pero no era así, pensaban que nos podrían acallar, y no pudieron. Entonces, que no se unieran a nostras, dependió mucho de eso, porque los milicos habían sembrado el terror. Y además, hay que tener en cuenta que cada persona tiene defensas distintas. Yo creo que salir fue mejor, porque quedarse en su casa a llorar la pérdida, les debe crear culpa. En cambio, salir e ir consiguiendo cosas, te dan fuerza para seguir luchando.



-¿Qué consiguieron durante los gobiernos democráticos que siguieron al Golpe de Estado?



-De los gobiernos democráticos que siguieron a la dictadura siempre conseguimos algo. De los primeros gobiernos recibimos poca ayuda, pero una ayuda importante. Del presidente Alfonsín, conseguimos la creación del Banco de Datos Genéticos. Y del gobierno de Ménem, conseguimos el Comisión Nacional para el Derecho a la Identidad. Esto es muy importante, porque la justicia es muy lerda. Y en los dos últimos gobiernos se dijo que la búsqueda de los hijos de desaparecidos iba a ser una cuestión de Estado. Y se cumplió, tal es así que a partir de estos últimos gobiernos hemos restituido una cantidad de nietos.
Yo creo que los gobiernos democráticos, unos más y otros menos, nos han ayudado.



Juicio a Menéndez


-¿Qué opinión le merece el segundo juicio a Menéndez?



-Yo creo que fue un logro de todos los organismos de Derechos Humanos. Porque los militares con la ley de impunidad, y después con las leyes del punto final y obediencia debida y con los indultos de Ménem, creyeron que nunca se iba a revisar el pasado. Nosotros salimos a la calle todos los días a pedir juicio y castigo a los culpables, y memoria, verdad y justicia. Con esas consignas conseguimos que Menéndez esté en Bower ahora, y que cada uno se haga cargo de lo que hizo. Creemos en la justicia.



-¿Qué siente cuando Menéndez justifica sus acciones y considera incompetente a la justicia?



-Es un criminal nato, y un soberbio, porque el creía que tenía en su poder la vida y la muerte de todos los argentinos, por eso actuó como actuó, y le fue como le fue.



Ley ADN

-¿Qué opina sobre la ley de ADN?



-Hace muchos años que Abuelas pensó, primero que a partir de la revisión de todos los chicos nacidos a partir del ’76 íbamos a saber cuáles eran nuestros chicos, y cuáles eran chicos abandonados, aunque esto nunca se pudo concretar. Pero esta ley de ADN permite, no sólo a través de la extracción de sangre, sino también retirando de la casa de los jóvenes que creemos apropiados por otras familias objetos personales, sacar el ADN y compararlo con el Banco de Datos Genéticos.

-¿Cómo esta ley va a beneficiar su trabajo?



-Nos favorece ampliamente, porque hay muy pocos jueces en el país que decretan la extracción de ADN. Además casi todas las abuelas tenemos más de ochenta años, y esta ley acortaría mucho los tiempos. Lo que nosotros buscamos es devolver la identidad a esos chicos, que tienen toda una familia atrás que los buscó siempre y los espera con mucho cariño. Porque tener identidad es tener libertad.



-¿Qué piensa de los jóvenes en la actualidad?



-Yo creo que no son indiferentes, y si lo fueron es porque no sabían toda la verdad. Pero los jóvenes que se acercan Abuelas son muchos. Y la mayoría se preocupan por hacer que el país sea para todos, lo mismo que deseaban nuestros hijos. Hay muchos chicos que tienen esa necesidad. El miedo y el terror que sembraron se van revirtiendo.



Por: Corina Demarchi

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