domingo, 25 de octubre de 2009

¿Cómo siente que lo trata la sociedad?

Feliciano, 78 años.
“Me siento muy bien con la sociedad, porque yo me adapto a ella. Hay que adecuarse a los jóvenes, escuchar la música que les gusta, interesarse por lo que hacen. Así nos conocemos más y, por lo tanto, nos podemos sentir bien con nosotros mismos y con los demás.”

Norma, 61 años.
“Sinceramente, no me siento contenida por la sociedad. Hay mucha inseguridad y  no sólo a la noche. Ahora a cualquier hora del día atacan a la gente, sobre todo a las personas mayores, porque somos más indefensas. Además, se perdió totalmente el respeto hacia el semejante.”

Rina, 71 años.
“Siento que hoy en día no hay muchos espacios en los que puedo sentirme cómoda. La verdad es que los adultos mayores actualmente no tenemos mucha cabida en la sociedad. Gracias a Dios todavía hay gente que piensa en nosotros y crea instituciones en las que nos sentimos bien, como por ejemplo, los hogares de día. Yo asisto a uno y eso me da alegría, es como un oasis en la sociedad en el que puedo ser yo misma.”

José, 80 años.
“Siento que la sociedad me trata muy bien. Particularmente, trato de acercarme mucho a los adolescentes. Pertenezco a un grupo carismático y en él converso con ellos y los aconsejo, los ayudo. Esto me hace sentir contenido y me rejuvenece, porque ellos también me apoyan mucho.”

Hermes, 74 años
“No me siento excluido. Al contrario, en algunos casos me considero un núcleo en el que giran alrededor mío, y me siento útil y valorado. Porque siempre alguien me llama  para que le pinte la casa, para llevar los chicos al colegio porque los padres trabajan, por una cosa u otra me siento útil. También cuando voy a ver a un enfermo, a acompañarlo.
Sin embargo, pienso que todo depende del nivel económico porque alguien con una jubilación realmente magra, que al pagar los impuestos y los medicamentos no tiene prácticamente para comer,  no se puede sentir bien. Además a determinada edad uno no puede trabajar porque por la edad no te toman.
También depende de la familia. Por ejemplo, una persona que no tiene una familia constituida se debe sentir muy mal, y otra que forma parte de una que ha sido formada, que tiene sus hijos y sus nietos, se siente incluida.”



De nuestra Redacción

No hay comentarios:

Publicar un comentario