domingo, 25 de octubre de 2009

El privilegio de ser abuelos y, a la vez, amigos

Este mes escribe nuevamente Nelly Mansilla, nuestra colaboradora porteñense. En esta oportunidad nos envió una poesía sobre la maravillosa experiencia de convertirse en abuelos. Nelly explicó que escribió este poema pensando en aquellas personas que se rehúsan a que sus nietos los llamen “abuelo”. Quiere, a través de él, demostrar que esta etapa de la vida también es muy valiosa y se puede disfrutar al máximo si se tienen ganas de vivir.




¿Por qué temer de ser abuelos?
¿Tienes miedo a la vejez?
Si te detienes frente al espejo verás
que tu imagen es distinta,
¡Con la mirada que te
devuelve ese espejo!
Son rasgos diferentes,
ya no son jóvenes, lógico,
no aceptarlo es algo absurdo.
El tiempo cambió tu cuerpo,
tus líneas, el rostro, la piel
no tienen ya su frescura…
Porque quedaron huellas marcadas
de apariencias externas
como imagen en el espejo.
Y si sumamos también la belleza interior, ¡Cómo relacionar!
Sentirse anciano
depende de vos mismo
Podés tener el interior bello,
transparente en sabiduría,
e intercambiar vivencias con la juventud.


Por los años, tu espíritu
se sentirá joven, tu corazón
latirá potente de alegría.
Aparentar ser joven no significa
los años de edad que tengas,
sino ser uno mismo,
con las arrugas, la calvicie,
más allá de la pancita
que desluce inexorable tu cuerpo no tan firme.
Nada importa, no envejeces
porque tienes sed de amor,
para brindarle a tus nietos,
comprenderlos, acompañarlos,
jugando juntos como niños,
contándole cuentos a sus amiguitos,
cosecharás la paz
y cultivarás amigos
ante el paso del tiempo.
Sólo importa tu esencia,
tu lucha, tu esfuerzo..
¡Por sobre todo ganas de vivir!


Por: Nelly Mansilla, 71 años

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