Tecnología versus Juguetes Caseros

Quienes tienen la suerte de tener a sus abuelos, se quedan maravillados cada vez que les cuentan alguna de sus anécdotas, de sus travesuras o de las tardes que pasaban fuera de sus casas jugando. Hoy, se puede ver cómo los niños dejaron a un lado los juguetes fabricados en casa y los juegos inventados, para adentrarse en el mundo cibernético, electrónico o de los carísimos juguetes comprados en las jugueterías.
Alma Joven, entrevistó a un adulto mayor y a un niño, sobre los juegos y juguetes de sus épocas.




“Nuestros juguetes eran caseritos”
José Antonio, de 73 años, es peluquero de profe-sión -oficio aprendido de su padre-. En su infancia vivió en el campo, donde pudo disfrutar del juego al aire libre.
Él contó: “Nuestros juguetes eran caseritos, hechos a mano por nosotros mismos”. José, a quién apodan “Chochi”, describió cómo fabricaba sus propios juguetes con sus hermanos: “Por ejemplo, hacíamos camioncitos con una lata de sardina, de esas medias cuadradas. Hacíamos los ejes de madera y le poníamos tapitas de cerveza como ruedas. Después le poníamos un hilo para tirarlo, y lo cargábamos con arena o piedras.” Por aquellos años se habían hecho muy populares las carreras de sulky, a Chochi y sus hermanos les encantaban: “Le pedimos a mi papá que nos haga una pista; agarrábamos a nuestros perritos chiquitos para usarlos como caballos y le armábamos arneses de piolín y tela. Las ruedas eran de latas y todo el resto era de madera, palitos, varillas. Corríamos carreras en la pista por dinero, que en realidad eran etiquetas de cigarrillos. O sea, dependiendo del precio de los cigarrillos era el valor del supuesto billete”. Nunca faltó el clásico barrilete, pero el entrevistado expresó que los suyos tenían una particularidad: “Les poníamos una gillette en la cola para cortarle el hilo al contrincante”. Por último dice: “Lo que nunca faltó fue el fútbol con la pelota de trapo; la hacíamos con una media y lana de oveja que sobraba del armado de los colchones”.

“Lo que más hago es jugar en Internet”
Tomás, de 11 años, está en el último año de la primaria. Vive en un pueblo del interior de Córdoba.
El niño habló con Alma Jóven y dijo: “A mí me gusta jugar con mis amigos al fútbol o al básquet, en algún campito o en polideportivo, pero lo que más hago es jugar en Internet, o a la Play.”
El entrevistado es un niño bastante activo, y al vivir en un pueblo, puede jugar mucho al aire libre: “A veces juego a la escondida, también sabemos salir con los chicos a dar vueltas en bici.” Tomás, también dijo: “Una vez intentamos con mis amigos hacer una casa del árbol, pero no pudimos porque era re difícil”. También detalló: “Hicimos un karting con unas llantas viejas, fierros y chapas, después uno se subía y otro empujaba.”
Asimismo, expresó que le gusta jugar a la Playstation. “En Internet busco juegos de luchitas, de carreras, de guerra; pero además con mis amigos chateamos.”

Por Corina Demarchi.