Primavera saludable

El comienzo de la primavera trae aparejado varias cosas, como por ejemplo mayor tasa de enamoramientos, aparición de especies animales y vegetales,  ganas de comenzar a realizar una actividad física.  Y el cambio en los hábitos alimenticios no es ajeno a ella. Por esta razón Alma Joven habló con Silvia Soto,  especialista en el tema.





“Con la llegada de las altas temperaturas el organismo humano tiende a comportarse de diferente manera respecto a cuando hace frío. Suelen disminuir las ganas de ingerir alimentos que rotulamos como de  mayor contenido graso y preferir en cambio frutas de estación, verduras y mayor cantidad de líquido”, explica Silvia, nutricionista que se desempeña en el Plan de Asistencia Social Solidaria (PASoS) para estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba.
“En verano se come más ensalada, mientras que en invierno abundan las salsas”. Sin embargo no siempre tiene que ser así, depende de las costumbres de cada uno. “En mi casa por ejemplo, son frecuentes las ensaladas en invierno y los guisos en verano”, relata la licenciada entre risas.

“En verano se come más ensalada, mientras que en invierno abundan las salsas”.

Actividad física y dieta
Cuando una persona realiza una actividad física, especialmente en edad avanzada, es bueno consultar con un nutricionista si se la quiere complementar con una dieta adecuada, en la que se incorporen  las calorías mínimas necesarias para un buen rendimiento físico.
“Lo ideal sería que se aumenten los hidratos de carbono complejos, eso se puede  lograr ingiriendo un yogurt con cereales  media hora antes de llevar a cabo la actividad física, y complementando con fideos o arroz en las comidas principales”, explica. Caso contrario es cuando hay un mayor sedentarismo, en donde se debe evitar el aumento en gran medida de las calorías; tratando de que sean dentro de los valores normales y cubran los valores vitamínicos necesarios.

Recomendaciones
Es bueno que no disminuya el consumo del mate en aquellos que están acostumbrados a tomarlo todo el tiempo, porque indirectamente es un aporte importante de líquido al organismo.
En el caso del líquido en general, el mejor es el agua. Sin embargo se debe tener cuidado en algunas mineralizadas que tienen un alto contenido de sal, como la Villavicencio.
En cuanto a la sal, hay que “tenerle respeto”, pues está presente en todos los alimentos; especialmente en las verduras de hoja verde. Lo recomendable es agregar sólo 3 gramos de sal.
No se debe abusar de  fiambres y embutidos  debido a la hipertensión, que suele aparecer en personas de avanzada edad.
Y lo que refiere a lo dulce, no ingerir en demasiadas cantidades pues se podría aumentar de peso.

Por Gisela Trento